Álvaro Uribe Vélez y Gabriel Vallejo Chujfi, presidente del Centro Democrático, han intensificado sus críticas hacia el expresidente Juan Manuel Santos, acusándolo de traición, corrupción y daño al país.
Las declaraciones han surgido en un contexto político polarizado, donde las tensiones entre el uribismo y el santismo siguen marcando el debate nacional.
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Uribe, a través de su cuenta en X, lanzó varias acusaciones contundentes. Sugirió que Sergio Fajardo y Claudia López, potenciales candidatos presidenciales, deberían cuidarse de Santos, a quien señaló de posible infiltración de prácticas corruptas relacionadas con Odebrecht.
Además, comparó a Santos con el presidente Gustavo Petro, destacando que mientras Santos es “solapado” y actúa según conveniencias, Petro es “frentero” y coherente con su ideología socialista.
El expresidente también recordó lo que considera el oportunismo de Santos en su relación con líderes internacionales como Fidel Castro y Hugo Chávez, aludiendo a sus intentos de acercarse a ambos tras haber posado como su enemigo durante las elecciones.
Uribe calificó de hipócrita su actuación durante el funeral de Chávez, señalándolo como un acto de “lágrimas de cocodrilo”.
Retomando las controversias que han marcado la gestión de Santos, Uribe mencionó el fracaso del acuerdo de paz con las Farc y el escándalo de Odebrecht, afirmando que estos temas han develado engaños y corrupción. Además, sugirió que los medios deberían interrogar a Santos sobre reuniones relacionadas con la financiación de su campaña de 2014.
Gabriel Vallejo reforzó las críticas de Uribe, acusando a Santos de dividir al país y actuar sin vergüenza ni remordimiento. En sus mensajes en X, lo describió como experto en traicionar, mentir y hacer daño a Colombia, subrayando su responsabilidad en los escándalos de Odebrecht, las Farc y su relación con Petro.
Uribe y Santos, aliados en el pasado, rompieron relaciones tras el proceso de paz con las Farc en 2016, una decisión que Uribe consideró una traición. Aunque Santos ha defendido el acuerdo como un paso hacia la reconciliación nacional, el uribismo lo califica como un fracaso que fortaleció a la guerrilla y fomentó la corrupción.
A pesar de las duras críticas, Uribe no ha atacado directamente a Vicky Dávila, quien recientemente anunció su candidatura presidencial para las elecciones de 2026.
En sus declaraciones, Uribe únicamente se refirió a Dávila de manera indirecta, mencionando que Santos podría haber lanzado su candidatura en su contra, pero aclarando que no ha mostrado interés por participar directamente en la contienda electoral.
Por su parte, Santos también ha criticado a Dávila. Durante su intervención en el Foro Perspectivas País 2025, organizado por la revista Cambio, el expresidente señaló que bajo su liderazgo, la revista Semana perdió credibilidad y calidad, mencionando que varios de los columnistas y periodistas más importantes dejaron la publicación.
Dávila, en respuesta, ha afirmado que su candidatura buscará distanciarse de los partidos tradicionales, a pesar de los “guiños” que ha recibido de figuras del uribismo.
Estas declaraciones llegan en un momento clave para el Centro Democrático, que busca posicionarse de cara a las elecciones presidenciales de 2026.
En medio de una contienda política en la que nuevas figuras como Vicky Dávila emergen como candidatas, el uribismo busca consolidar su base al rechazar la figura de Santos, a quien responsabilizan de la corrupción y de dividir al país. Estas críticas no solo refuerzan su identidad política, sino que también resaltan la distancia cada vez mayor entre el Centro Democrático y el santismo.
Las tensiones entre Uribe, Vallejo y Santos reflejan las profundas divisiones ideológicas que persisten en el panorama político colombiano. A medida que las elecciones de 2026 se acercan, las acusaciones de traición y corrupción siguen siendo temas clave en el debate público.