El uso de criptomonedas en Venezuela creció un 110% en el segundo trimestre de 2024, impulsado por la búsqueda de estabilidad económica y el acceso a remesas.
Factores como la hiperinflación, controles de capital y sanciones han llevado a los venezolanos a preferir criptomonedas para proteger su patrimonio y recibir dinero del extranjero.
Los principales retos para el mercado cripto en Venezuela incluyen la falta de regulación clara, infraestructura tecnológica limitada y la presencia de fraudes que afectan la confianza.
Según datos de Chainalysis, en el segundo trimestre de 2024, el mercado de criptomonedas en el país creció un 110% en comparación con el mismo período del año anterior, alcanzando un volumen estimado de $20.000 millones.
Este aumento se ha visto impulsado por la búsqueda de estabilidad económica y la necesidad de acceder a remesas de manera más eficiente.
¿Por qué crece el uso de criptomonedas en Venezuela?
El rápido crecimiento de la adopción de criptomonedas en Venezuela se debe a varios factores clave vinculados a la realidad económica y social del país.
En primer lugar, la hiperinflación y el colapso del bolívar venezolano han erosionado significativamente el poder adquisitivo de la población, lo que ha llevado a muchos a buscar alternativas para proteger su patrimonio.
Las criptomonedas como Bitcoin y las stablecoins como USDT ofrecen una mayor estabilidad como reserva de valor en comparación con la moneda local, lo que las hace atractivas para el ahorro y las transacciones.
Además, los estrictos controles de capital y las sanciones internacionales limitan el acceso a divisas extranjeras y a servicios bancarios tradicionales, dificultando el envío y recepción de dinero por medios convencionales. Las criptomonedas permiten transferencias peer-to-peer transfronterizas, proporcionando un canal esencial para las remesas enviadas por familiares desde el extranjero.
El aumento en el uso de teléfonos inteligentes y la expansión del acceso a internet han facilitado el acceso a herramientas financieras digitales, permitiendo que más personas interactúen con plataformas cripto. También, cada vez más comercios y mercados informales aceptan criptomonedas para pagos, integrándose en la vida cotidiana.
Las principales alternativas a los sistemas financieros tradicionales
En este contexto, una nueva aplicación llamada Muney App permite a los venezolanos recibir dólares en efectivo provenientes de remesas internacionales, intercambiando monedas digitales por billetes físicos en comercios afiliados.
La plataforma, lanzada en 2023, opera sobre la red Polygon, lo que asegura transacciones rápidas y seguras para el intercambio de USDT (una stablecoin anclada al dólar) por efectivo.
Los usuarios reciben una wallet digital proporcionada por Muney, construida sobre la red de Polygon. Para fondear esta wallet, los usuarios deben transferir USDT desde exchanges de criptomonedas u otras wallets compatibles con Polygon. Este sistema descentralizado permite enviar dinero desde cualquier parte del mundo de forma directa, haciendo que las remesas lleguen rápidamente a los destinatarios.
Un caso reciente es el de Damelis Marín, asistente administrativa de 63 años, quien destacó la rapidez y eficiencia del proceso. Recibió USDT enviados por un familiar desde el exterior y pudo cambiarlos a dólares en efectivo en menos de cinco minutos, utilizando un comercio cercano listado en la app. Marín valoró especialmente la seguridad y la confianza en la operación.
Actualmente, Muney App cuenta con cientos de comercios afiliados en las principales ciudades, pero aún enfrenta el reto de expandirse a nivel nacional para atender la demanda creciente.
Los principales desafíos para el mercado cripto en Venezuela
A pesar del creciente uso de las criptomonedas en Venezuela, existen varios desafíos importantes que dificultan su adopción masiva y segura. Uno de los principales retos es la falta de regulación clara y un marco legal estable. La incertidumbre jurídica genera desconfianza entre usuarios e inversores, ya que no hay garantías sobre la protección de derechos ni mecanismos claros para resolver disputas relacionadas con activos digitales.
Otro desafío significativo es la limitada infraestructura tecnológica y el acceso irregular a internet en muchas regiones del país. Aunque el uso de smartphones ha aumentado, la conectividad inconsistente afecta la experiencia de usuario y la capacidad de realizar transacciones rápidas y seguras, especialmente en zonas rurales o con menor desarrollo.
Además, la volatilidad propia del mercado cripto puede generar riesgos para quienes buscan estabilidad financiera. Aunque las stablecoins ofrecen una alternativa, la falta de educación financiera limita la comprensión completa de estos riesgos y el manejo adecuado de las criptomonedas.
La inseguridad y el fraude también representan un problema. La proliferación de estafas y plataformas poco confiables ha generado desconfianza en algunos sectores de la población, complicando la consolidación de un ecosistema seguro y transparente.