El presidente Javier Milei presentó una denuncia penal contra la periodista ultra kirchnerista Julia Mengolini, a raíz de una serie de declaraciones que, según el mandatario, afectan su honor y buscan denigrarlo públicamente.
La presentación judicial quedó radicada en el Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 7, a cargo del juez Sebastián Casanello, y fue firmada por su abogado, Francisco Oneto.
Acusaciones sin fundamento: ataques personales disfrazados de opinión
Mengolini, con una larga trayectoria en medios vinculados al kirchnerismo, hizo comentarios en televisión, radio y redes sociales donde insinuó un supuesto “enamoramiento” entre Milei y su hermana, Karina Milei, además de realizar insinuaciones sobre su vínculo con sus perros. “Es un señor que vive con 8 perros y está enamorado de su hermana”, dijo al aire en Duro de Domar (C5N), uno de los canales más críticos del actual Gobierno.
Según la denuncia, estos dichos no solo carecen de fundamentos, sino que fueron expresados con la intención deliberada de herir y ridiculizar al Presidente, apelando a expresiones claramente ofensivas, innecesarias y denigrantes.
La defensa presidencial: no todo vale en nombre de la libertad de expresión
El equipo legal de Milei señala que estas expresiones no están amparadas por la libertad de prensa ni por el interés público, ya que cruzan los límites de lo tolerable incluso en una sociedad democrática. Se apela al principio de real malicia, que establece una mayor responsabilidad cuando se emiten declaraciones sabiendo que son falsas o con desprecio por su veracidad.
En este contexto, Milei no solo defiende su reputación como ciudadano, sino también la investidura presidencial, que según sostiene el escrito, “no puede ser objeto de burlas maliciosas bajo la excusa de la crítica”.
Contradicciones de Mengolini: cuando la periodista se siente víctima
Uno de los aspectos más relevantes de la denuncia es la propia contradicción de Mengolini, quien días atrás relató haber sido blanco de acusaciones similares sobre una supuesta relación incestuosa con su hermano. En una entrevista al abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez, expresó su malestar y preocupación por el daño que le generó esa situación, preguntándose incluso si no correspondía iniciar acciones legales.
Esta evidencia, para Milei, es clave: demuestra que la propia periodista reconoce que este tipo de afirmaciones pueden generar un daño irreparable. Por lo tanto, al haber incurrido ella misma en esas prácticas, queda en evidencia su doble vara y mala fe.
Los límites de la crítica política: jurisprudencia y defensa del honor
El escrito presentado cita fallos de la Corte Suprema que delimitan el alcance de la libertad de expresión, dejando en claro que los agravios personales y las locuciones ofensivas no están protegidas cuando se trata de figuras públicas. La crítica política es válida, pero cuando se incurre en expresiones que afectan la dignidad y el honor sin sustento fáctico, puede configurarse el delito de injurias, previsto en el artículo 110 del Código Penal.
En esa línea, se destaca que “interpretar mecánicamente la eximente de interés público implicaría desconocer el derecho al honor de figuras públicas, lo cual sería inconstitucional”.
Milei marca un límite: la política no puede ser territorio de impunidad verbal
Con esta denuncia, el Presidente establece un precedente en defensa de los límites del debate democrático. La crítica política no puede derivar en difamación ni en campañas de desprestigio que buscan socavar la legitimidad de un gobierno electo. Muy por el contrario, la firmeza con la que Milei encara este caso refleja su compromiso con la institucionalidad y con un debate público que respete valores fundamentales como la verdad, el respeto y el derecho al honor.
Mientras algunos sectores buscan embarrar la cancha con chicanas, el Presidente responde con argumentos, con pruebas y en el marco de la Justicia.