En diálogo con Canal E, el especialista en comunicación política, José María Rodríguez Saráchaga explicó cómo la comunicación política eficaz se basa en afirmaciones estratégicas más que en negaciones o explicaciones defensivas.
Comunicación política: nunca negar, siempre afirmar
«Cuando te preguntan algo, lo último que tenés que hacer es negar«, sentenció el entrevistado. Analizando la respuesta del ministro de Economía sobre el valor del dólar, elogió la estrategia: “Si vos pensás que está barato, comprá. Esa fue la mejor respuesta del día.” Para él, la clave está en no contradecir directamente lo que se pregunta, sino redirigir el foco: “El dólar está al precio del mercado y no me sacás de ahí ni a las 3 de la mañana.”
Rodríguez Saráchaga ilustró cómo negar puede ser contraproducente: “Cuando decís ‘no tiene nada que ocultar’, lo metiste en la bolsa de los corruptos.” En cambio, recomendó afirmar una verdad que desvíe el foco: “Macri se siente más transparente.” Esto genera debate sobre la transparencia, no sobre la corrupción.
Sobre el dólar: discurso y coherencia
Frente a la intervención del Tesoro, que compró 200 millones de dólares, Rodríguez Saráchaga explicó que el gobierno cumple con su promesa de acumular reservas: “El gobierno lo que hace es acumular reservas, tal como prometió.” Su estrategia, insistió, es no ceder en el discurso: “Nunca voy a decir ‘no, no es negra’, voy a decir ‘es blanca’.”
Para él, el gobierno acierta en el tono, especialmente desde la liberación del cepo cambiario: “El 15 de abril fue el día D, fue entrar a la playa Normandía y liberar el dólar.” Según Saráchaga, esa firmeza es lo que se comunica y conecta con la ciudadanía.
YPF y Kicillof: cómo manejar el conflicto
Consultado por el fallo de la jueza neoyorquina sobre la estatización de YPF, Rodríguez Sárachaga aprobó la estrategia del gobierno al culpar a Axel Kicillof: “Tirarlo abajo del camión a Kicillof y echarle la culpa es lo que tenés que hacer.” Pero alertó sobre los límites: “El insulto no suma nunca. Habla mal de vos. Siempre.”
Respecto a la respuesta judicial, valoró la cautela: “Cuando ya está en juego la plata, lo que digas puede ser usado en tu contra.”
Consideró acertado apelar el fallo, pero con más velocidad: “Quizás podían haberlo anunciado un rato antes.”
La radicalización y el lenguaje del poder
Rodríguez Saráchaga remarcó que los modos de comunicación deben adaptarse al electorado actual: “La mayoría de los votantes hoy tienen menos de 35 años.” Por eso, insistió, los discursos clásicos no sirven más: “No estás más en los 70 ni en los 2000.”
Puso como ejemplo a figuras como Alfonsín o Macri, que hoy serían malinterpretados: “Alfonsín, que también insultaba, hoy sería visto como un insultador serial.” Sin embargo, diferenció entre estilo y contenido: “No es lo mismo culpar que insultar.”
Liderazgos fuertes: la preferencia del electorado
El entrevistado cerró con una reflexión sobre el electorado argentino: “Al argentino le gusta ver que se abre la puerta de la cabina y hay alguien con la mano sosteniendo los controles del avión.” Según él, la historia reciente lo confirma: “Menem, Néstor, Cristina, incluso Milei, tienen algo en común: comunican firmeza.”