La exportación de autos, con una «mochila» extra de 13% de impuestos

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La venta de vehículos cero kilómetro durante este año, con una suba de casi 80% durante el primer semestre contra el mismo período del año anterior, podría finalizar con un piso de 620.000 unidades que sin demasiado esfuerzo podrían alcanzar las 650.000, según estimaciones de los directivos de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), en tanto consultoras privadas como ABECEB arriesgaron que la cifra final podría acercarse a las 700.000 unidades.

Entre una y otra proyección, el dato concreto es que la venta será significativamente superior a las 414.000 unidades cero kilómetro patentadas durante el año pasado.

Esa fuerte expansión del mercado interno, a su vez, está traccionando sobre la producción de las terminales automotrices locales, que en la primera mitad del año tuvieron una suba de 15,6% (se produjeron 250.486 unidades en los primeros seis meses). Casi todo ese incremento se explica en la mayor venta en el mercado interno, ya que las exportaciones en el mismo período se mantuvieron prácticamente estancadas, con una suba de 2,2% (un total de 129.654 unidades exportadas en el primer semestre).

Para el segundo semestre, además de una mayor producción local y un fuerte incremento de las importaciones de vehículos provenientes de Brasil y países de “extrazona” (fuera del Mercosur) también comenzará a tallar la aun incipiente oferta de vehículos electrificados que están comenzando a ingresar con arancel cero. Forman parte de un lote de 50.000 unidades que el Gobierno licitó entre las terminales automotrices e importadores, con el doble propósito de incrementar el parque de autos propulsados a batería (híbridos o enchufables) y también de incrementar la competencia de precios de lista al público dentro de la franja que va de los 25.000 a los 35.000 dólares.

Ese primer lote de 50.000 unidades ya fue adjudicado y en la mayor parte se trata de modelos de origen chino, si bien también hay algunos de procedencia europea. Según fuentes del sector, desde la Secretaría de Comercio del ministerio de Economía se estaría preparando la licitación de un segundo lote de 50.000 unidades antes de fin de año.

Pero mientras gana terreno la oferta de vehículos importados de diferente procedencia y motorización en el mercado local, las terminales automotrices chocan contra una traba estructural a la hora de exportar: además de sus costos internos de producción, a la hora de establecer el precio FOB (el de la unidad puesta en el puerto) deben incluir un 13% de impuestos.

Esa “mochila”, que competidores de otros países no cargan (en sentido contrario, las exportaciones chinas suelen ser subsidiadas por el Estado de ese país), fue descripta durante una conferencia de prensa la semana pasada por el titular de Toyota Argentina, Gustavo Salinas.

“Estamos exportando con una mochila de 13% de impuestos contra la agresividad exportadora que tiene hoy un país industrial como es China. Aproximadamente, la mitad corresponde a provincias y municipios. Para hacer el negocio de exportación sustentable, en algún momento tenemos que competir de igual a igual”, dijo Salinas.

Gustavo Salinas, presidente de Toyota Argentina. Foto Guillermo Rodriguez Adami

Si bien el tema de los impuestos provinciales (Ingresos Brutos) y tasas municipales no forma parte de una negociación directa de las empresas automotrices, Salinas reclamó un “acompañamiento” a las fábricas automotrices no sólo desde el Gobierno nacional.

“El Gobierno bajó muchos impuestos a la industria, pero estamos hablando con provincias y municipios para que comprendan y acompañen el mismo camino. En algún momento las provincias y los municipios tienen que acoplarse. La idea es que la Argentina tiene que ser competitiva y que cada uno tiene que poner parte de su cuota de responsabilidad en esto”, agregó el ejecutivo.

Con el dólar a 3.300 pesos, Salinas admitió que en este momento les mejoró la ecuación exportadora respecto a los meses anteriores. Señaló que actualmente las exportaciones hacia Brasil, el principal destino de los productos de Toyota Argentina y de la industria automotriz en su conjunto, hoy son rentables. Y reveló un detalle importante: el precio de exportación, al menos en el caso de Toyota, no se arma dentro de la Argentina, sino que forma parte de una licitación interna de la empresa entre las distintas filiales.

«Hay mercados de exportación donde estamos perdiendo plata, pero esto es normal en la vida empresa de largo plazo. La mejora del tipo de cambio ayuda, ya que con el tipo de cambio muy apreciado como estábamos hoy estaríamos perdiendo en todos los mercados«, dijo Salinas.

Agregó: «En nuestro caso, el precio de exportación no lo ponemos nosotros, lo pone la casa matriz en Japón. Nos dice éste es tu precio. Y si nosotros no atendemos ese mercado, lo ocupa otra filial y no podemos al mes que viene decir me arrepentí y lo quiero. Espacio que dejás, lo ocupa otro».

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