En diálogo con Canal E, Eduardo Coria Lahoz, economista, explicó los instrumentos con los que el Gobierno planea sumar 6.200 millones de dólares y cómo las elecciones impactan en la economía real y financiera.
Una meta posible, pero con riesgos latentes
El Gobierno deberá sumar 6.200 millones de dólares antes de fin de año para cumplir la nueva meta con el FMI, reducida tras la última revisión. Según el entrevistado, “alrededor de 3.000 millones ya están asegurados por organismos internacionales, el resto deberá comprarse en el mercado”.
“Tendría que comprar 30 millones de dólares por día hábil. No es una meta tan lejana”, indicó, recordando que “en julio el Banco Central compró 1.500 millones”. Sin embargo, advirtió que hacerlo todos los días podría generar un efecto de pass-through: “Si el Estado empieza a comprar en forma sistemática, eso puede presionar los precios y complicar al Gobierno en plena campaña electoral”.
Frente a este riesgo, el Gobierno impulsa privatizaciones estratégicas, especialmente en el sector energético. “El objetivo es nutrirse de fondos sin intervenir directamente en el mercado cambiario”, explicó Coria Lahoz.
Privatizaciones, impuestos y un debate que remite a los 90
El plan privatizador despierta interrogantes sobre su sostenibilidad. Ante la clásica crítica de “vender las joyas de la abuela”, Coria Lahoz señaló: “Cuando privatizás, transformás un no contribuyente en un contribuyente. Ese es un beneficio fiscal de por vida”.
Recordó el caso de Entel en los 90 como ejemplo: “Mientras era estatal no pagaba impuestos, pero tras privatizarla, Telefónica se convirtió en uno de los mayores contribuyentes del país”. Y agregó que, con la elevada presión tributaria argentina, “el 35% de las utilidades de esas empresas pasan a ser ingresos fiscales”.
Aunque reconoció que el Gobierno promete bajar impuestos, aclaró: “Difícilmente se toque el impuesto a las ganancias, que representa un tercio de los ingresos nacionales y es coparticipable”.
Además, aseguró que “muchas de las unidades de negocio a privatizar tienen poca estructura y gran generación de recursos, como las hidroeléctricas”, por lo que la ecuación financiera es favorable.
Elecciones, inversiones y el peso del pasado reciente
Coria Lahoz remarcó que las elecciones son el gran driver económico: “Hoy el mercado está mirando dos cosas: la elección de septiembre en la Provincia de Buenos Aires y la nacional de octubre”.
Pero también fue crítico con la falta de inversiones reales: “Todo lo que estamos viendo es cosmético. Hasta que no ingresen inversiones genuinas, no se puede dejar de aplicar políticas de corto plazo”, afirmó.
A pesar del crecimiento estimado de más del 5% del PBI, advirtió que se trata de una “economía dual”, con sectores como el campo y la energía en auge, mientras otros “vienen con una lógica de hace 50 años”, sufriendo el ajuste.
Sobre los paralelismos con el pasado, dijo con firmeza: “El fantasma de Macri es el que está pesando sobre Milei”. Y explicó que, a diferencia de Macri, “Milei es dogmático y eso le da certeza al mercado”.
Aun así, concluyó con cautela: “Argentina defaulteó siete veces en 50 años, y tranquilamente puede venir la octava. Hasta que no pasen las elecciones y se aprueben varios exámenes, no van a entrar capitales reales”.