«A sus descendientes les ha dejado una fortuna ensangrentada, y una hipoteca para el futuro», presenta una voz en off el documental El rastro de la serpiente sobre Fiedrich Gustav Kadgien, señalado como el experto en finanzas más importante de Adolf Hitler, dueño de un historia oscura, de una fortuna y de un cuadro que, una vez más, deja en evidencia el robo sistemático de bienes culturales perpetrado por el régimen nazi.
La pista, ahora, llegó desde la fotografía del living de un chalé marplatense, de Parque Luro, un barrio residencial de la zona norte, coronado por un cuadro de marco ancho y dorado que retrata a una condesa italiana. «Retrato de una dama« es la obra del italiano Giuseppe Ghislandi (1955-1743), que formó parte de una prestigiosa colección de arte que los nazis liquidaron entre ellos a precios irrisorios.
El cuadro permaneció oculto más de 80 años hasta que una de las hijas de Kadgien resolvió vender la propiedad en Mar del Plata. La publicó la inmobiliaria Robles Casas y Campos, «líder en Real State del segmento premium», de donde se negaron a brindar cualquier tipo de información a Clarín sobre el tema; la casa del famoso retrato ya no se ofrece en su web.
Las dimensiones del cuadro coinciden exactamente con los registros de la Agencia Neerlandesa del Patrimonio Cultural (RCE) que impulsa a los expertos a asegurar que «no hay razón para pensar que se trate de una copia». Más, confían en que un examen de la obra podría revelar su autenticidad mediante las etiquetas o marcas originales ubicadas en el reverso.
El descubrimiento lo público el diario neerlandés AD y, la heredera de la colección, Marie von Saher, nuera del marchante judío Jackes Goudstikker, dueño de la colección a la que perteneció la obra de Ghislandi, confirmó que ya inició acciones para recuperar la pieza del chalé en Mar del Plata de la hija de Kadgien.
Pero, ¿quién era su padre? De acuerdo a la investigación publicada en el documental de la DW (Deutsche Welle), Fiedrich Kadgien, miembro de las SS desde 1935, fue uno de los hombres más buscados por los aliados después de la segunda guerra.
«Un super pesado», lo describe Abel Basti, periodista y escritor, autor de varios libros y ensayos sobre la presencia en América del Sur de alemanes nazis prófugos.
«Formó parte de la trama comercial y financiera de post guerra que movía millones de dólares a través de industria bélica y otros negocios, trama armada en conjunto con otros nazis y los estadounidenses. A estos tipos nadie los buscó porque gozaban de impunidad por esa trama de acuerdos y complicidades», contó Basti a este diario.
La estrecha amistad entre Hermann Göring, altísimo dirigente nazi y jefe de la fuerza aérea alemana, y Friedrich Kadgien, apodado «el mago de las finanzas nazis», hace suponer que, de ser original la obra, pudo obtenerla a través de este.
Kadgien, en los años que se estableció en Suiza antes de llegar a Sudamérica, se convirtió en un experto en operaciones de blanqueo de capitales. Se cree que llegó a ocultar entre 1.000 y 3.000 millones de marcos mediante la firma Imhauka, cuyo nombre contiene la iniciales de Anna Imfeld, Ludwig Haupt y las suyas.
Abrió sucursales de Imhauka en Brasil, en Rio de Janeiro, sobre la avenida Rio Branco, y en Argentina, en Buenos Aires, adonde había llegado en 1944. La fundó en 1951 en el edificio de Safico (Sociedad Anónima, Financiera y Comercial de Buenos Aires). Con su familia vivió «en una magnífica mansión situada en Gaspar Campos 471, en Vicente López», aportó Basti.
Según el historiador, también fue propietario de la estancia El Médano, de 11.000 hectáreas en Mechongue, cerca de Miramar, que tiene frente marítimo.
Antes, habían dejado su huella en Brasil. La investigación para el documental de la DW, que fue presentada en 2013, había detectado que Kadgien, Haupt e Imfeld en Pantanal, habían invertido el fruto de su botín en 85.000 hectáreas: una extensión equivalente al tamaño de Berlín. Kadgien también vendió armas al gobierno de Brasil.
Según la investigación, en Argentina estableció conexiones comerciales, operando como intermediario de empresas alemanas, como Siemens, con el gobierno de Juan Domingo Perón. Kadgien falleció en Buenos aires en 1978; fue sepultado en el cementerio alemán de la Chacarita.
Mar del Plata. Corresponsal
MG