Celebra Caputo: renovó el 90% de los vencimientos y recortó tasas, en test clave tras las elecciones

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Luis Caputo tuvo doble motivo para celebrar este miércoles. Es que la inflación de agosto se mantuvo en 1,9%, pese a la volatilidad cambiaria del mes, y además salió airoso de la licitación de deuda clave.

El secretario de Finanzas Pablo Quirno anunció el resultado de la licitación, donde la cartera «adjudicó $6,633 billones habiendo recibido ofertas por un total de $7,418 billones».

«Esto significa un rollover de 91,43% sobre los vencimientos del día de la fecha», detalló Quirno. Además, la renovación la logró a tasas más bajas que en las últimas licitaciones.

El detalle, según Finanzas, fue el siguiente:

LECAP a:

  • 31/10/25 (S31O5) $3,608 billones a 3,97% TEM / 59,62% TIREA
  • 10/11/25 (S10N5) $1,345 billones a 3,99% TEM / 59,90% TIREA
  • 16/01/26 (S16E6) $1,044 billones a 3.94% TEM / 58,93% TIREA

TAMAR a:

  • 15/12/25 (M15D5) $0,498 billones a +2% TNA

BONCER a:

  • 31/03/26 (TZXM6) $0,138 billones a +22,91% TIREA

Dólar Linked a:

  • 31/10/25 (D31O5) – DESIERTA
  • 15/12/25 (TZVD5) – DESIERTA

La mirada del mercado sobre una licitación clave para el Gobierno

Según analizó el equipo de Research de Puente, «a licitación salió en el rango de lo esperado». «Preveíamos que el rollover no sería completo, dado el faltante de liquidez, pero estuvo cerca de completar lo que vencía. El Tesoro tuvo que pagar un premio considerable, aún así para obtener esa suscripción. La pregunta es si el Gobierno estará satisfecho con liberar pesos al mercado o tomará alguna medida como en las licitaciones anteriores», señalaron.

«El Tesoro logró renovar el 91% de sus vencimientos, dando premio en las letras cortas respecto al secundario; pero en un día donde las tasas bajaron fuertemente en el secundario; por la presencia del BCRA. Los bancos e inversores no regulados continúan demandando la parte corta de la curva tasa fija, sin querer extender duration en instrumentos CER o letras TAMAR. Era esperable la baja demanda de instrumentos dólar linked, porque el mercado de futuros ofrece una cobertura más atractiva», sostuvo por su parte Eric Ritondale, economista jefe de Puente.

Y agregó: «Dada la baja de tasas observada hoy en la rueda de simultáneas de BYMA; con el BCRA fijando una tasa del 35%; frente a 45% el viernes; la licitación la vemos como positiva; máxime considerando la baja de tasas del mercado secundario; lo que habilita no esperar un endurecimiento en la política de encajes».

En tanto, desde Sailing Inversiones señalaron que la licitación de este miércoles «envía una señal importante al mercado». «Pese al ruido postelectoral y la volatilidad cambiaria del lunes y martes, el Tesoro logró adjudicar $6,633 billones, renovando el 91,4 % de los vencimientos», sostuvo. 

«Otro dato relevante es que, a pesar de la caída de tasas de entre 15 y 17 puntos porcentuales respecto de la licitación anterior, los activos en pesos mantuvieron su atractivo, permitiendo al Tesoro fondearse a un costo más bajo en medio de la volatilidad. Y, al mismo tiempo, las licitaciones de dólar linked quedaron desiertas: el mercado no buscó cobertura en dólares a estos niveles de tipo de cambio, prefiriendo mantener exposición en instrumentos en pesos», agregó.

Y concluyó: «Esto representa un respaldo implícito al esquema del Gobierno y al BCRA pese al ruido político de las últimas ruedas. Mientras la estrategia de absorción de pesos y control del tipo de cambio se mantenga, los inversores institucionales muestran que siguen dispuestos a financiar en moneda local».

Reservas en tensión y poder de fuego acotado

La renovación de deuda es clave para el Gobierno, que busca evitar que queden pesos sueltos en el mercado que puedan presionar al dólar. En ese sentido, el análisis de las reservas es un punto clave en los informes de la city porteña. Desde la sociedad de bolsa Portfolio Personal Inversiones (PPI) detallaron que el Banco Central contaba a comienzos de septiembre con alrededor de u$s18.070 millones de reservas líquidas, aunque la mayor parte corresponde a encajes de depósitos en dólares, lo que reduce el poder de fuego efectivo a unos u$s5.000 millones. Este límite obliga a dosificar cada intervención y a evitar un drenaje prematuro.

En paralelo, la consultora económica 1816 subrayó que los compromisos financieros hasta octubre rondan los u$s1.200 millones en pagos a organismos internacionales, mientras que en noviembre vence una cuota de u$s860 millones con el FMI. En este contexto, la posibilidad de sostener la estabilidad cambiaria depende de la capacidad del Gobierno de administrar las reservas en un escenario de alta volatilidad.

Ambas análisis coincidieron en que desprenderse de activos estratégicos como el oro sería interpretado más como una señal de debilidad que de fortaleza. El verdadero desafío, señalaron, es sostener la confianza en un marco donde la política electoral introduce más ruido que certezas.

El recuerdo de 2019 actúa como referencia: tras las PASO de aquel año, el dólar saltó 30% y el Banco Central vendió más de u$s2.000 millones en pocas ruedas, mientras que las reservas líquidas se desplomaron en u$s10.200 millones. Aunque la situación actual no llegó a ese extremo, las fragilidades son comparables y el margen de error es muy estrecho.

Encajes, deuda en pesos y las elecciones de octubre

Un punto de coincidencia entre los expertos es la necesidad de subir encajes para absorber liquidez en el sistema. Desde la ALyC se estimó que un aumento de alrededor de cinco puntos en el requerimiento total sobre depósitos permitiría capturar la liquidez excedente, aunque reconocieron que esta decisión tendría un impacto negativo en la actividad económica.

La consultora económica complementó este análisis señalando que la demanda de pesos en instrumentos locales se debilitará en este nuevo contexto, lo que tensionará el ratio de rollover de la deuda en moneda local. De esta forma, el Tesoro dependerá más del sistema financiero y de las regulaciones del Banco Central para renovar vencimientos clave.

La tensión electoral complica el panorama. Endurecer el marco monetario es necesario para sostener la nominalidad, pero al mismo tiempo puede agudizar el malestar en la economía real, afectando salarios, crédito y consumo. Ambas consultoras coinciden en que el oficialismo enfrenta un dilema complejo en la recta final hacia las legislativas.

En definitiva, el dólar se consolida como la variable crítica que condensará las expectativas políticas y económicas. Los analistas remarcaron que las próximas 30 ruedas hasta octubre serán un verdadero termómetro de la viabilidad del plan económico, donde cada decisión tendrá un efecto inmediato en el mercado.

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