En diálogo con Canal E, el periodista Henrik Rehbinder, radicado en Los Ángeles, explicó los motivos detrás del apoyo de Estados Unidos a la Argentina y el impacto que esto genera en la política interna de Donald Trump.
Tensiones en la Casa Blanca por la ayuda a Argentina
El periodista sostuvo que “el tema de la ayuda argentina llega en un momento muy complicado para el gobierno de Trump”, en medio de presiones internas y descontento económico. Según explicó, “hay una gran inquietud porque el gobierno está cerrado por tres semanas, dice que no tiene plata para pagar subsidios de salud, pero sí tiene la plata para darla a Argentina”.
Rehbinder remarcó que las declaraciones del presidente Trump sobre la carne argentina se enmarcan en un contexto de crisis local: “Trump mezcló la preocupación por el precio de la carne en Estados Unidos con la idea de importar carne de Argentina para bajarlo”, algo que, según el periodista, es inviable porque “no hay suficiente exportación argentina como para impactar en los precios del mercado estadounidense”.
Esta decisión, explicó, “le causa daño en su base política, que es rural”, ya que tanto los productores de soja como los ganaderos se muestran molestos con el mandatario. “Todo esto va en contra del America First, la doctrina principal de Trump, que hoy está dejando insatisfecho al campo”, afirmó.
Rehbinder agregó que el respaldo a Argentina también genera tensiones dentro del propio Partido Republicano: “Los demócratas lo usan como munición política, los republicanos están insatisfechos y Trump se maneja con hipérboles, lo que aumenta la incertidumbre”, analizó.
Geopolítica y el ajedrez con China
Consultado sobre por qué, pese a las críticas, el apoyo estadounidense a Argentina se mantiene firme, Rehbinder fue categórico: “El apoyo a la Argentina fundamentalmente es un tema de geopolítica con China”. Según señaló, Washington busca limitar la influencia de Pekín en América Latina: “Hoy el mundo es un tablero de ajedrez entre Estados Unidos y China, y toda Latinoamérica forma parte de esa disputa”.
Además, el periodista explicó que la narrativa oficial norteamericana busca justificar el apoyo financiero ante la opinión pública: “Se describe a la Argentina como un país casi moribundo, que hay que evitar que se convierta en un Estado fallido”, dijo Rehbinder.
Sin embargo, advirtió que el esquema de financiamiento aún no está claro: “El fondo de estabilización es una línea de crédito, pero el americano común lo percibe como si le estuvieran dando plata directamente al bolsillo argentino”, lo que provoca rechazo interno.
El comunicador también anticipó posibles movimientos financieros: “Se está hablando de otro rescate del sector privado por 20 mil millones de dólares para reforzar las reservas”, pero aclaró que “los bancos privados no le prestarían un peso a Argentina sin un garante del Tesoro estadounidense”.
Finalmente, Rehbinder resumió el escenario: “Hay una gran incertidumbre sobre quién será el garante de este nuevo paquete, si el Departamento del Tesoro, los países aliados o los propios bancos”, concluyó.
