Cuando hablamos de Gabriel García Márquez, es inevitable no hacer referencia a «Cien años de Soledad», su historia más emblemática y reconocida a nivel mundial. Por eso, cuando Netflix anunció la adaptación en formato de serie sobre la historia de los Buendía, realmente pensé que se arriesgaban demasiado sin necesidad. Sin embargo, una vez más, la plataforma demostró por qué es el gigante de streaming estrenando una superproducción que eleva a los productos de Latinoamérica una vez más. Es que, con una primera entrega de ocho episodios, esta serie se destaca no solamente por su perfección narrativa y actoral, sino también por ser una de las más ambiciosas a nivel mundial.
Y ahora sí, a lo que nos compete: ¿qué tiene de perfecto «Cien años de Soledad» que no hayamos conocido en el libro? Pues nada. Porque todo lo que está en el libro está en la serie. Pero es, justamente ese uno de los mayores atractivos de la serie de Netflix: adapta a rajatabla las palabras de García Márquez. Es una fiel conmemoración a la inteligencia e imaginación del escritor, que no desbandara el terreno del melodrama que protagonizan los Buendía en el pueblo de Macondo.
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Es que, definitivamente, la narrativa sigue al pie de la letra el imaginario de García Márquez quien, por cierto, ganó el Premio Nobel de Literatura en 1982. La serie de Netflix es una orgullosa fidelidad desde el comienzo de ese matrimonio no autorizado hasta que, poco a poco, los Buendía de Macondo van descubriendo su intensa soledad. Incluso, con la voz en off hace a la perfección revivir la mentalidad de quien fuera un genio de la narración.
Asimismo, una de las perfecciones de «Cien años de Soledad» es cómo la narración, que respeta todo lo pensado por Márquez, es una combinación abrumadora y bella con la dirección de Alex García López y Laura Mora. Ellos lograron encuadrar, en una sola serie, todos los tópicos que toca el escritor: desde las aventuras hasta los sucesos malignos o esperanzadores que recorre la historia. A su vez, definitivamente el cast fue de las mejores elecciones: Marco Antonio González y luego Diego Vásquez como José Arcadio Buendía y Susana Morales y Marleyda Soto en las distintas facetas de Úrsula Iguarán hacen la diferencia.
Hay que destacar que la serie recorre todas las etapas del libro y en estos primeros ocho capítulos se enfoca en la primera mitad, con el inicio del amor entre los primos José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán. Ellos, tal como relatan el libro y la serie, contrarían a su comunidad purgando una muerte que se vuelve fantasmagórica. Por eso, y con el tormento que esto les genera, en especial cuando se convierten en padres, deciden establecerse lejos, en un pueblo que ellos mismos construyen y nombran Macondo.
cien años de soledad
El mismo se encuentra al borde de un río y muy cerca del mar Caribe. Este pueblo, a medida que pasa el tiempo, se va desarrollando, pero la gran pregunta es: ¿cuántas generaciones son las que lograrán sobrevivir? Lo cierto es que los Buendía son una familia marcada por los presagios, los dolores y amores que el tiempo rápidamente multiplicará y ramificará. Y, si hay algo que queda en claro es que el tiempo es una construcción efímera que se desvanece en su transcurso, en especial en una trama marcada por la progresión de acontecimientos inexplicables a la par de los cotidianos.
Más allá de la novela, «Cien años de Soledad» es una fascinación constante, en especial cuando José Arcadio Buendía no puede separar su vocación de laboratorio con la crianza de su primer hijo José Arcadio y la llegada del segundo: el legendario coronel Aureliano Buendía. Es que, además, las marcadas luchas y guerras de la Colombia antigua que demuestran a lo largo de los primeros episodios hacen que nunca decaiga el interés y la potencia con una puesta en escena ambiciosa y deslumbrante.
cien años de soledad
Netflix sale airosa de una adaptación con la que podría haber destruido una historia tan icónica a nivel mundial. Definitivamente supieron captar la esencia del «realismo mágico» en todos sus sentidos. Y, a pesar de que con la era del streaming me acostumbré solamente a disfrutar series cortas con episodios de no más de 30 minutos, por lo que en ciertas ocasiones he sufrido lo extenso de cada capítulo, la perfección visual y narrativa de «Cien años de Soledad» hizo que estos momentos de intensidad fueran lo de menos.