Desde pequeños, los mensajes que recibimos sobre el dinero de nuestra familia juegan un papel clave en la construcción de nuestra identidad financiera.
Cuándo comienza la educación financiera y cómo repercute en nuestras vidas
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con el psicólogo Flavio Calvo, quien expresó que la educación financiera “comienza en los primeros años de vida, influenciada por los mensajes que recibimos de nuestra familia”.
Según el entrevistado, estos mensajes, tanto verbales como no verbales, van formando nuestra identidad financiera y a lo largo de los años, “esos aprendizajes pueden ser limitantes o potenciadores, dependiendo de los mandatos y enseñanzas que nos brindaron sobre el dinero”. Y agregó: “Para poder ofrecer una buena educación financiera a nuestros hijos o a otras personas, es esencial que primero nos eduquemos a nosotros mismos”.
En continuidad con el tema, el entrevistado mencionó que si no contamos con una comprensión sólida de las finanzas, “será difícil transmitir información positiva y útil a los demás”. Y remarcó que la base de una buena educación financiera “comienza en nuestro propio entendimiento y práctica”.
Qué sucede con las finanzas y las emociones
En el ámbito de las finanzas, Calvo aseguró que es importante separar las emociones de las decisiones económicas. “Al enseñar sobre dinero, debemos aplicar un enfoque racional e informado, dejando de lado las reacciones impulsivas”, siguió y mencionó que, de lo contrario, “nuestras acciones y palabras pueden fomentar una gestión emocional del dinero, en lugar de una basada en criterios lógicos y adultos”.
Además, “las creencias sobre el dinero también juegan un papel fundamental en cómo manejamos nuestras finanzas”, dijo el psicólogo. Y añadió: “Algunas personas tienen rechazo al dinero y tienden a perderlo, otras lo veneran como símbolo de felicidad o estatus y existen quienes se enfocan exclusivamente en el ahorro, sin disfrutar del presente”.
Para finalizar, Calvo agregó: “Estos enfoques están estrechamente relacionados con cómo vivimos en general, ya que nuestra relación con el dinero refleja aspectos más amplios de nuestra personalidad”.