Los expertos en Bitcoin alertan que recién comienza su baja y proyectan hasta qué precio puede caer

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El precio del Bitcoin cayó por debajo de los u$s80.000, en sintonía al desplome que hubo en los mercados bursátiles mundiales, tras los anuncios arancelarios de Donald Trump a las importaciones que recibe Estados Unidos. La tensión alcanzó tal nivel, que los analistas en criptomonedas opinan que puede seguir a la baja hasta un piso que, algunos advierten, puede llegar a ser de u$s40.000, por la gran incertidumbre generada. 

Es decir, en el sector no descartan que se produzca una caída en el corto plazo que pueda llegar a recortar hasta 50% su precio actual.

Más allá de su preocupante tendencia a la baja, la aclaración que hacen los expertos para seguir confiando en el Bitcoin es que se trata de un activo volátil, y más allá de las subas y bajas en su valor, su tendencia en el largo plazo es al alza.

El dato concreto es que desde los anuncios de Trump a comienzos de abril, esta criptomoneda cayó alrededor de 3%, y en todo el 2025 acumula un descenso de casi 15% en dólares.

Y desde que alcanzó uno de sus precios máximos, en torno a los u$s106.000 a fines de enero pasado, ya retrocedió alrededor de 25%.

Bitcoin: expertos en criptomonedas esperan una baja mayor

Los jugadores del sector de las criptomonedas, como billeteras, exchanges y otras fintech, consultados por iProfesional, coinciden que el presente es complicado.

«La verdad, este desplome mundial de los mercados está generando mucha incertidumbre, y Bitcoin no está quedando afuera. Por eso, creo que el impacto en las criptomonedas puede seguir siendo fuerte mientras persista este contexto de volatilidad global, porque, aunque muchos lo ven como un refugio, en el corto plazo suele moverse como un activo de riesgo y tiende a correlacionarse con los mercados tradicionales cuando hay pánico», dice a iProfesional Matias Bari, fundador y CEO de Satoshitango.

Respecto hasta cuánto más puede bajar, según este referente, «es difícil poner un número exacto, pero si el clima económico no mejora, podríamos ver testeos de soportes clave como los u$s50.000 o, incluso, los 40.000 dólares, dependiendo de cómo evolucionen las cosas». 

Por su parte, Julián Colombo, gerente general de Bitso, coincide en el panorama para el sector: «Lo que estamos viendo en los mercados globales es una reacción a una combinación de factores: tensiones geopolíticas, señales de desaceleración económica en grandes economías y cierta reconfiguración del apetito por riesgo por parte de los inversores. En ese contexto, Bitcoin no está exento del impacto. Creo que la volatilidad es parte inherente del mercado cripto».

Y completa a iProfesional: «Así como Bitcoin tuvo fuertes subas en los últimos meses impulsado por los índices (ETF), la expectativa de recortes de tasas y una mayor adopción institucional, también puede tener correcciones bruscas cuando el mercado global entra en modo riesgo».

Por su parte, Richard Teng, CEO de Binance, opina que el resurgimiento del proteccionismo comercial está introduciendo una «volatilidad significativa» en los mercados globales, donde «el cripto no es una excepción».  

Por lo que aclara que, a corto plazo, este tipo de incertidumbre macroeconómica «tiende a desencadenar una respuesta de aversión al riesgo, con los inversores retirándose mientras esperan ver cómo se desarrollan las cosas en torno al crecimiento, la política y el comercio».

En la misma línea, Ramiro Raposo, VP de Growth de la plataforma Bitwage, suma: «En estos momentos de incertidumbre, muchos salen de todo lo que sea volátil, y Bitcoin no es la excepción. Si llega a alcanzar los u$s60.000, podríamos verlo bajar un poco más, pero no hay que perder de vista el panorama general: el halving ya está en marcha y los ETF siguen metiendo presión compradora. Cuando se calme un poco el escenario global, Bitcoin tiene buenas chances de repuntar».

En ello coincide Denise Cinelli, COO de la exchange CryptoMKT, al asegurar que, en contextos de incertidumbre y desplome en los mercados financieros tradicionales, «Bitcoin suele mostrar una alta sensibilidad a los movimientos macroeconómicos, especialmente cuando se trata de políticas monetarias restrictivas, conflictos geopolíticos o temores de recesión. 

Así, observa que, si bien los precios pueden continuar ajustándose a corto plazo, «con proyecciones que podrían llevar el precio, incluso, por debajo de los u$s50.000 si se profundiza la aversión al riesgo global, también vemos señales de consolidación y acumulación por parte de grandes tenedores. A esto se suma el reciente halving de Bitcoin, un evento que históricamente ha marcado el inicio de ciclos alcistas, aunque con rezagos temporales».

Expertos positivos en el largo plazo con Bitcoin

La coincidencia en el sector es que, si bien el presente es sombrío, Bitcoin es un activo que a través del tiempo siempre marcó máximos que se fueron superando a lo largo de la historia.

«Hay una fuerte incertidumbre y en estos casos las personas se refugian por instinto y miedo a algo que reconocen como seguro. En esta aversión al riesgo, se desprenden de Bitcoin, donde puede haber una capitulación, incluso, más abajo. Pero esto no altera en absoluto los fundamentos que hicieron a Bitcoin apreciarse a estos valores. Ahora solo nos acordamos que bajó de los u$s100.000, pero nadie recuerda que un año y medio atrás estaba a u$s25.000, es decir, hoy está tres veces más de ese precio. Por eso su valor debe medirse cada 4 años, y los especuladores de corto se arrepentirán por no comprender la magnitud de este cambio de paradigma monetario», dice Agustín Kassis, director de La Crypta y creador de la criptomoneda Peronia.

Por su parte, Bari también es positivo a futuro: «El Bitcoin tiene historial de recuperarse tras caídas grandes, así que en el largo plazo sigo siendo optimista, pero ahora mismo hay que estar atentos a los movimientos macro».

En tanto, Colombo, agrega: «Seguimos viendo entrada de nuevos usuarios, así que más allá de los vaivenes de corto plazo, mantenemos una mirada optimista sobre el rol que Bitcoin puede cumplir en el mediano y largo plazo».

En ello coincide Teng: «Mirando más adelante, este entorno también podría acelerar el interés en el cripto como una reserva de valor no soberana. Muchos tenedores a largo plazo continúan viendo a Bitcoin y otros activos digitales como resilientes durante períodos de estrés económico y dinámicas políticas cambiantes».

Así, Cinelli concluye que, en la actualidad, el mercado global enfrenta una combinación de factores que presionan a la baja a los activos de riesgo, incluidas las criptomonedas.

Sin embargo, afirma que es importante entender que la volatilidad es una «característica inherente» de Bitcoin desde su origen.

«Por eso, a pesar de las caídas momentáneas, la tendencia de largo plazo sigue siendo alcista, respaldada por fundamentos como la escasez programada de Bitcoin, el creciente interés institucional y la adopción regulada en distintas regiones del mundo», finaliza Cinelli.-

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