En la previa del superclásico ante Boca, con una fecha determinante por la Copa Libertadores ante Independiente del Valle en el medio, este River zigzagueante se llevó del bosque platense un triunfo valioso, más por lo anímico que por lo meramente numérico (ya estaba prácticamente clasificado a los playoff finales, solo era una cuestión de cuentas o de tiempo).
Sirvió también porque los goles mostraron las dos caras del River de Gallardo versión 2025, muy distante a las otras versiones con el técnico en el banco. Una cara, la del gol de Driussi –el primero desde que volvió al club, en una estadía que hasta ayer podía definirse entre mala y muy mala–, que sirvió como síntesis, ejemplo o representación gráfica de un desorden que persistió a lo largo de este torneo. Y la otra, la que ya en el segundo tiempo dibujó Mastantuono con un golazo exquisito y luego una definición de Aliendro sobre el final: la genialidad, los espasmos de fútbol genial. Esa condición que representa Mastantuono, el pibe de 17 años con un futuro que ya es presente, y un destino de fútbol de alto vuelo. Las dos caras, o los tres goles, se dieron más por jerarquía individual que por funcionamiento colectivo.
Sin dudas, lo de Mastantuono representa más que un gol: es la coronación que no pudo concretar en partidos anteriores, en los que creó jugadas similares, pero a las que siempre les faltó la definición final. El pibe hacía todo bien menos eso: el toque a la red. Y ayer, ante Gimnasia, además de sacarse rivales de encima, tocó suave y abajo, imposible para Insfrán, un buen arquero que respondió en otras ocasiones, como había hecho en el clásico ante Estudiantes. Lo de Aliendro es un alivio: el mediocampista necesitaba volver al gol y a gritar para ganar una confianza que había perdido.
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Lo de Gimnasia es para terapia. Porque hace menos de una semana, si le ganaba el clásico a Estudiantes, quedaba dentro de los primeros ocho con el ánimo por las nubes. Pero el Pincha se lo empató sobre la hora, y ahora perdió con River, una derrota que lo dejó lejos de la zona de clasificación.
Cómo reservar entradas
River informó los días y el método para la reserva de entradas para el superclásico con Boca, el domingo próximo. La prioridad será para aquellos socios que no posean abono, seguido por los pertenecientes a Somos River y, luego a los vitalicios, que deberán realizar un trámite obligatorio, ya que no tendrán el ingreso automático. De esta manera, los asociados sin Tu Lugar en el Monumental tendrán acceso prioritario a un cupo exclusivo de entradas desde el miércoles 23 de abril a las 10 de la mañana, proceso que se llevará a cabo a través de la plataforma RiverID hasta agotar stock. Luego, los socios comunitarios (Somos River) tendrán la venta el mismo día, pero a las 15, y continuará hasta agotar la cantidad de tickets disponibles.